Las crisis económicas son capaces de revocar y colocar gobernantes, y en realidad es muy fácil caer en una de ellas, pero aparentemente Argentina tiene un mal hábito para tropezar con la misma piedra.

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                                                                                                                Fuente: LeonNoticias10

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Hay dos razones por las que este país aparece en los principales diarios del mundo, una de ellas es por el fútbol, y la otra por las constantes crisis económicas que son pan de cada régimen. Y es que desde la década de los 70s, promovidas por la dictadura dominante, pasando por las ideologías peronistas, las esferas económicas de la nación, del tango y la milonga, no han tenido tranquilidad y, como era de esperarse,  su último mandatario tenía todo preparado para no decepcionar, y es que Mauricio Macri fue presidente de uno de los equipos más famosos del mundo, Boca Junior, ahora solo debía protagonizar una nueva crisis financiera para poder hacer el doblete que nunca nadie en la historia había conseguido, aparecer en los titulares de la prensa por temas futbolísticos y por la bancarrota de una nación.

 

El mandatario argentino llegaba a la Casa Rosada, a finales del 2015, con dos misiones fundamentales, controlar la inflación y regular el gasto público De esta forma, Macri, para controlar este masivo aumento de los productos en el mercado Argentino y la constante caída del peso, propuso transformaciones de un  modelo económico resquebrajado, debido a la poca asociación con mercados internacionales en los gobiernos Kirchner, ideando una metamorfosis gradualista.

Y es que allí es donde nace el problema, antes del posicionamiento de Macri, los Kirchner regularizaron la economía gaucha, representada en el aumento de impuestos a las grandes industrias, provocando la desconfianza  y la poca inversión extranjera.

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                                                                  Fuente: El Español

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Así, en los papeles, el tema gradualista no era mala idea, totalmente coherente para la transformación, se tenía que hacer pequeños procesos para que no afectara el tejido social porque, después de todo, los principales gastos de la nación estaban guiados por la inversión del sector público, que si o si tenía que reducirse . Este error que pronunciaba Cristina Fernández de Kirchner, en el 2008, le costó a la nación ir en caída libre a la crisis que hoy solventa Macri.

 

Y es que mientras la “máquina” sigue imprimiendo papel verde en la tierra de la celeste, el valor del dólar se sigue fortaleciendo, actualmente por cada 40 pesos argentinos, se tiene un dólar, cifra casi impensada. Por lo pronto el fracaso categórico de Macri solo tiene un camino para el mandatario, intentar estabilizar y que los inversores del Estado no retiren su dinero de las arcas del pueblo.

Los próximos meses son fundamentales, luego de firmar con el FMI y las repercusiones que trae son de índole cataclísmicas, se espera que se solvente de mejor manera la crisis a pesar de que la desconfianza por parte del pueblo argentino sigue creciendo, creciendo y creciendo, mientras su peso sigue bajando, bajando y bajando.

¡Pero qué más importa le importa al pueblo argentino... arriba la celeste!

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Por: Andrés González